Las brumas faciales hidratan, calman y revitalizan la piel de forma cómoda y delicada. Puede que nunca hayas probado una, pero una vez que lo hagas no te querrás separar de este producto en todo el día. Con un pequeño gesto hidratarás, calmarás y recargarás tu piel de humedad. Las puedes aplicar en cualquier momento por lo que son ideales para las horas de trabajo, los viajes o las salidas.